jueves, 8 de noviembre de 2012

10.5 la dieta de la manzana

La ingesta de la manzana se acompaña de una disminución de otros alimentos que hacen que se convierta en una dieta hipocalórica.
Esta dieta no es restrictiva de forma absoluta, pero reduce casi al máximo la ingesta de alimentos ricos en proteínas, e incluye diariamente y en casi todas las tomas el consumo de manzana, en diversas presentaciones.
Esta dieta, como otras muchas, se acompaña de diversos consejos que aparecen como complementarios, pero que en realidad son parte básica de los estilos de vida saludable, como es el consumo de fruta o verdura, la ingesta de agua abundante durante el día, o dormir un número adecuado de horas al día, de manera que el posible efecto beneficioso se atribuye al alimento “protagonista”, en este caso la manzana.
Al tratarse de dietas bastante restrictivas y muy bajas en calorías, los promotores aconsejan en ocasiones que no se haga deporte durante ellas. Esta es una recomendación completamente opuesta a lo que debe realizarse para alcanzar un peso adecuado a cada persona, pues para alcanzar este peso debe combinarse una alimentación equilibrada, tomando todos los grupos de alimentos que incluyan los nutrientes básicos (proteínas, hidratos de carbono, lípidos, vitaminas y minerales), con la práctica de actividad física regular y deporte si es posible, para alcanzar un balance energético adecuado.
La prueba de que estas dietas “milagrosas” pueden tener riesgos para la salud es ese tipo de recomendaciones que aconsejan limitar la actividad física.

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